De hadas

Esto empezó con la intención de hacer una canción, pero no se en que terminó.

Un ocaso de ilusiones cubre con sus tibias manos este
país de sueños nada más…
La batalla ha empezado, y tu nombre debo hallar.
En mi castillo de arena, en un dorado atardecer
Lucharé con mi espada de fuego
contra el demonio de tus miedos,
y quebraré con un grito el embrujo
de mis demonios, de tus miedos
naufragando en tus desiertos,
desvariando en mi desuelo.
Y entre calma y más sosiego, te llevaré hasta mi reino;
en un carruaje de fuego.
Y olvidaré las salidas y borrare los caminos.
Para que no puedas irte, para que reines conmigo.